jueves, 10 de septiembre de 2015

Color


Cuando nací, era negro;
cuando crecí, era negro;
cuando tomo el sol, soy negro;
cuando me asusto, soy negro;
cuando me enfermo, soy negro;
y cuando muera, todavía seré negro.

Y ustedes amigos blancos;
cuando nacen, son rosados;
cuando crecen, son blancos;
cuando toman el sol, son rojos;
cuando tienen frío, son azules;
cuando tienen miedo, son amarillos;
cuando están enfermos; son verdes;
y cuando mueren son grises.

¿Y ustedes me llaman «persona de color»?


(Poema escrito por niño africano nominado al mejor poema 2005)

lunes, 31 de agosto de 2015

Mensaje no enviado.

Llevo como una hora pensando que decirte. Escribiendo y borrando. Imaginando que es de tu vida. Suponiendo que todo va bien. Convencido de que si no me buscas o al menos me escribes es porque ya no soy necesario en ella. ¿Me malacostumbré a eso sabes?
Como una vez dijiste, soy ese, el amigo que solo buscas cuando estás mal.

No sé que decirte. Lo única razón que me motivaría a escribirte es para expresar lo mucho que te amo y que a pesar del dolor que me has causado, inconsciente e involuntariamente, no ha mermado ese sentimiento. Puede que te guarde algo de rencor, pero eso lo soluciona el tiempo y la escritura.

Ojalá el amor también se fuera.

Me encantaría ser tu mejor amigo. Lo odiaría también porque significaría que mi amor no fue verdadero.

Existe una guerra incesante en mi interior sobre lo que debo hacer y lo que no. Tal vez lo notaste. Por eso pensarás que es mejor dejarme solo. Yo también lo pienso a veces.
El problema es que te extraño por montones. Y tengo miedo de haber perdido tu cariño.

¿Pero quién soy yo para decirte lo que debes sentir?
¿Quién soy para venir a perturbar tu paz con mis divagaciones insulsas?
¿Quién soy para inmiscuirme en tu felicidad?

Como ves tengo mucho que decir pero ya no diré nada.

Ahora duraré otra hora pensando si enviarte o no este mensaje. Probablemente no, porque adoro demasiado tu ser como transmitirle mis conflictos.

Una vez leí que cuando la amistad y el amor se encuentran alguno de los dos debe fingir.
Espero no haya ocurrido y si vuelve a pasar, espero ninguno se percate de ello.

sábado, 8 de agosto de 2015

Separación de almas

Tengo insomnio.

No he podido dejar de pensar en ti.
Extraño nuestras conversaciones largas, absurdas, efímeras y divertidas. Las trascendentales también.

Extraño que al finalizar el día, cuando apenas hemos podido intercambiar alguna palabra, me preguntes como me fue.

Extraño ese poco interés que me tenías. El poco cariño que me transmitías.

Y es obvio que todo eso desaparezca ya que hay alguien en tu vida. Una persona que comparte muchas más cosas contigo que las que tuvimos.
Alguien que está cerca y a la vez te guía a un mejor futuro.
Esa persona merece todos tus pensamientos y atención.
No tengo que interponerme más.
¿Para qué?

Ya cumplida mi misión en ese pequeño pero inolvidable tiempo que vivimos, no veo que hago aquí. Soy una sombra. Debo buscar otro rumbo. Uno donde no haga traspiés con las huellas que estás dejando.

Por supuesto que me alegra verte feliz, aunque me duela. Sentimientos encontrados les dicen. Me harté de sentirlos. Quiero lo básico. Una cosa a la vez. O mejor, no sentir nada.

Así que, adiós amor. Debo dejarte porque no tenerte me mata. Tuve la ilusión de que lo nuestro tal vez existió en algún momento o que podría ser. Ahora solo quiero caer. Subí todo lo que pude hasta alcanzarte pero no lo logré. Y ahora que las fuerzas me fallan me espera un terrible golpe.

Si sobrevivo te buscaré. O tal vez no. Tendré muchas cicatrices. Puede que ni me reconozcas.